Todas Las Mujeres Del Pueblo

Ay! melena negra carita triste, Rosa María, buscando vives tus días y noches una salida, que un domingo libra este infierno tuyo por tu alegría. Que redimidos sean tus patrones será algún día y que la humildad se vuelva orgullo será algún día, y que seas igual a los demás será algún día… (Lila Downs, La niña)

Marta Castellanos fue la primera maestra que vino de fuera a dar clases a este pueblo, no duró mucho. Una agresión sexual fue el pago que recibió a cambio de su vocación por enseñar. Detrás de ella vinieron más, muchas más. De las principales cabeceras municipales y departamentales de oriente, mujeres urbanas se echaron al monte a llevar letras a los niños y niñas necesitadas de ellas. Ellas parieron la educación, por ello la educación de este pueblo lleva nombre de mujer “Escuela Oficial Rural Alicia González Hernández”. Superando infinidad de obstáculos lograron realizar tan noble trabajo.

Superando infinidad de obstáculos siguen formándose las mujeres de este país. Muchas veces sometidas al chantaje sexual de sinvergüenzas con título de maestro. Ahí están, en pie, formadas en diferentes ámbitos, reclamando igualdad.

Muchas han sido las que se han quedado al margen de la escuela, privilegio de hombres, o de hombres con recursos más bien dicho. Pero no se han quedado quietas, ellas han luchado a brazo partido por sacar adelante a sus familias. Levantándose las primeras y acostándose las últimas han multiplicado los frijoles y las tortillas, generación tras generación. Haciendo comida para vender, tostadas, pastelitos, tamales, rellenitos, han sacado los centavos para pagar lo que por derechos les corresponde: salud y educación para sus hijos.

Desde el principio, y hasta nuestros días han estado presentes en todos los sectores económicos de este pueblo, el comercio también tiene nombre de mujer. A través de pequeñas tiendas familiares, y a veces vendiendo de casa en casa, han sabido satisfacer las necesidades de la comunidad.

Sus conocimientos ancestrales han sido vitales para nuestra supervivencia. Ellas como parteras han visto nacer este y muchos más pueblos. Sus conocimientos sobre plantas medicinales suplieron durante mucho tiempo la ausencia de médicos. Ellas han hecho la comida, la ropa, han educado. Ellas son quienes mejor saben cómo funciona la vida, y por eso la cuidan tanto. Por eso no portan armas, por eso no matan.

Sin embargo todo este saber, toda esta voluntad de vivir y seguir adelante se ve truncada cuando la mayoría de las instituciones gubernamentales están dirigidas por hombres. Ni una mujer ha sido alcaldesa en este pueblo, ni una ha sido presidenta en este país. Consecuencia de este machismo institucional tenemos un modelo de desarrollo planificado y legislado al margen de los intereses de esa otra mitad invisibilizada. No nos engañemos mujeres, este dominio patriarcal no hubiera sido posible sin la colaboración de muchas mujeres que educan en el machismo, que actúan en pro de los intereses de una minoría de hombres que se engolosinados con el poder.

No nos engañemos hombres, el pueblo no hubiera podido sobrevivir a la explotación del capital sin el trabajo de las mujeres. Quienes hemos visto morir de plomo a nuestros amigos no podemos decir que nos beneficiamos de la violencia machista. Flora Tristán, antes que Marx, visualizó que la emancipación de las masas sólo sería posible mediante la unión de hombres explotados y mujeres víctimas del dominio patriarcal. Se hace tarde y tocadecir ¡ya basta!

El farol del ciego