viernes, 1 de abril de 2011

Editorial

Pese a su nombre tan desinteresado, Pasatiempo se caracteriza por su crítica incisiva al modelo capitalista, consideramos de vital importancia conocer la historia, de nuestro pueblo, nuestro país, y de nuestro único planeta, para evitar repetir los mismos errores. Razones puramente físicas nos han impedido abordar los temas en su totalidad, motivo por el cual en un nuevo esfuerzo por contar la verdad, tratamos de entrarnos en ediciones temáticas, esta es la segunda de ellas, después de la publicada con motivo de la Revolución del 20 de octubre. Es muy probable que algunas de las cosas que aquí se dicen sean mal recibidas en nuestra sociedad, tan conservadora como el resto del oriente. Creemos que es conveniente matar el chucho con tiempo, y tratar de entablar un diálogo entre el pueblo que somos. Anteriormente hemos recibido críticas por señalar los abusos de algunos miembros de la cúpula de la iglesia católica mundial, pero también hemos recibido elogios de gente, que aún siendo católica, concuerda con nosotros en que la iglesia, en su modo de actuar, se aleja cada vez más de Jesús a quien dicen seguir. Pasatiempo es un grupo laico, no presumimos de religión, lo que no quiere decir que no sintamos respeto por la fe de diferentes doctrinas, cristiana, islámica, budista, o religiones indígenas de pueblos americanos, como la Pachamama, que nos invita a vivir en armonía con la tierra y todos sus habitantes. No denunciamos la fe como hacían los inquisidores, denunciamos la corrupción de altos cargos, que aprovechándose de la confianza del pueblo manipulan las doctrinas en detrimento de los intereses de la mayoría. Que no les sorprenda entonces que en esta edición dedicada a las mujeres y sus luchas, señalemos el papel de algunas instituciones religiosas en el establecimiento del patriarcado. No estamos invitando al conflicto, estamos invitando al análisis y al diálogo para poder avanzar hacia una sociedad con relaciones justas entre hombres y mujeres. Este año se cumplen 100 años de celebración del día internacional de la mujer trabajadora, la fecha 8 de marzo obedece a que en 1908, 146 mujeres que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían, murieron calcinadas por un incendio provocado por las bombas incendiarias que les lanzaron ante la negativa de abandonar la fábrica textil donde se encontraban. Esto sucedió en Nueva York, Estados Unidos, ese país que dice defender la libertad y la democracia en el mundo entero. En estas páginas recogemos testimonios de luchas de grandes mujeres, de aquí y de allá, de estos días y otros días ya lejanos. A través de ellos pretendemos desenmascarar las bondades del capitalismo (patriarcal), pretendemos también llamar a la reflexión a todos aquellos hombres que aunque en apariencia se benefician de los efectos del machismo, resultan ser tan victimas como las mujeres, al verse privados de su libertad para ser y sentir más allá del rol de hombres duros. En fin, esta es una invitación a hombres y mujeres para que luchemos por nuestra libertad, en pie de igualdad.


La Redacción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario