martes, 6 de julio de 2010

EL PELIGRO DE UN HIMNO DE “COPIA Y PEGA”


Seamos hombres, decididos a conquistar el rango de ciudadanos o a perecer en el empeño. Y un día os alzaréis a este grito que resume mi pensamiento: ¡Abajo los tiranos![
Manuel Azaña, Discurso en la plaza de toros de Madrid, 29-9-1930
Los impulsos ciegos que han desencadenado sobre España tantos horrores, han sido el odio y el miedo (…). Odio de los soberbios, poco dispuestos a soportar la insolencia de los humildes. Odio a las ideologías contrapuestas, especie de odio teológico, con que pretenden justificarse la intolerancia y el fanatismo. Una parte del país odiaba a la otra y la temía (…): el alzamiento militar y la guerra han sido, oficialmente, preventivos para cortarle el paso a una revolución comunista (…).

Manuel Azaña. Presidente de la Segunda República Española.
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Corría el año 2006, y Guatemala estaba en plena campaña electoral. En Jutiapa se escuchaba en la calle un carro del Partido Unionista con la música bien alta. El rico café se me paró de golpe en la garganta y sentí un frío escalofrío recorriendo todo mi cuerpo….No podía ser real lo que estaba escuchando… el símbolo Falangista por excelencia, el himno que en España entonaban los suidores de Hitler, Mussolini y Franco: ¡El himno del “Cara al Sol”!?!?!
Mi mente se trasladó al instante a otra realidad… la que nos tocó vivir a causa de este himno. El abuelo Paco era un hombre bueno, de principios firmes e ideas claras. Defensor de los débiles, en múltiples ocasiones me contaron historias acerca de su bondad, de su carácter pacifista y mediador y de su defensa del trabajo cooperativo. Mi abuelo murió cuando yo tenía apenas nueve años, y no tuvimos tiempo de compartir nuestras ideas, nuestros sueños y nuestros puntos de vista.

Hoy, ya de adulta, me doy cuenta de quién era mi abuelo, mis raíces.
El conocimiento de parte de su historia explica quien soy yo hoy, y soy consciente de que mis principios se remontan a hace casi un siglo… pero están más vivos que nunca.
El abuelo Paco tenía apenas 20 años en 1936, y en el pequeño pueblo de Alginet (Valencia), donde todo el mundo se conoce, el aire era rojo. Un día se presentó en casa ya alistado como voluntario en las fuerzas republicanas, para defender aquello en lo que creía firmemente, aquello que las fuerzas “nacionales” de ultraderecha querían arrebatar al pueblo español: su soberanía y su libertad.
La guerra civil española fue despiadada y sangrienta, y después de dos años de lucha en el frente, el abuelo cayó en una de las batallas más jodidas: La batalla de Teruel. Con metralla en una de las piernas, que todavía no sabemos cómo, salvó de milagro, fue dado por muerto durante más de un año. Más de un año donde sus padres, sus hermanos y su futura esposa cayeron en el luto más negro y desesperanzador.
Después de pasar por un campo de concentración en el norte de España, terminó la guerra. Era ya 1939 y la familia, después de recibir la noticia a través de la Cruz Roja de que mi abuelo vivía, fue a pedir avales a las familias falangistas del pueblo y a las nuevas autoridades para poder regresarlo.

Ninguno de ellos, antaño amigos y bien conocidos, dio su consentimiento para que esto pudiera hacerse. La historia se empezaba a reescribir desde el bando de los vencedores.
Finalmente mi abuelo pudo regresar de esta injusta guerra, gracias a lo cual, hoy estoy aquí. Pero aquí no acabó su calvario .
Una vez recuperado todavía le quedaba una deuda con los “nacionales”: hacer 3 años de servicio militar obligatorio. Nos vendrían luego 36 años de oscurantismo, de dictadura férrea donde nuestras libertades quedaron reducidas a la mínima expresión.
Él pudo regresar, cientos de miles no pudieron hacerlo… y aún hoy muchos están sin identificar en cientos de fosas comunes, sin posibilidad de retornar, aunque muertos y descompuestos, a sus casas. La losa pesa todavía mucho. Estos “símbolos patrios” como este himno tienen su historia…. una que en España todavía sigue viva. .La historia de Guatemala es mucho más dura… y todavía hoy el pueblo guatemalteco llora sangre. Cuanto menos, resulta extraño que se haga
un “corta y pega” de estos himnos tan cargados de simbología… ¡y es que la calaña es la misma en todas partes!
Un último dato. En España, el Partido Popular, descendiente directo de aquellos “nacionales” utilizó para las elecciones de 2007 el slogan “Con cabeza y corazón“…. ¿No os resulta familiar? ¿Otra mera coincidencia? El Partido Patriota (PP) y el Partido Popular (PP) compartieron el mismo “diseñador” para su campaña política.
No perdamos la memoria.

La canche colocha.

Foto: Jaume d’Urgell. 23 de febrero de 2010, manifestación sindical contra el retraso de la edad de jubilación. Madrid.

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